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H. Zynisch y los papeles del timonel

Cuando se encienden

Mucho se ha escrito sobre la noche y los finales. Morrison cantaba lo que ocurría cuando se terminaba la música. Goethe y Dante, entre otros muchos, narraron lo extraña burocratización de aquella otra vida. Sin embargo, a nadie parece interesarle cómo nace un rayo o se fabrica una vela. Los principios, en un mundo que agoniza desde hace miles de años, casi nunca cuentan.

Pues bien, que nadie lo vea si no quiere, pero ésto es un principio. Encended las velas y que la cera os queme.

H. Zynisch, un incipiente timonel

2 comentarios

is -

Dietrich y Zynisch. Suena bien. Hermanos que se separaron en el Olimpic, gemelo del Titanic. No se hunde, porque ser y estar le quita atributos a la velocidad y al lujo moderno, beber una pinta juntos un placer.... a dónde vamos! Un saludo a ambos.

Dietrich Pause -

La creación de un rayo muerto no puede ya interesar a nadie...pero es verdad que Ulises enloqueció con las Sirenas, que hay otro Quijote auténtico escrito por Pierre Menard; que Dios es un sueño espeso de Borges; que los senderon se bifurcan; que los jardines no contienen estos senderos, sino que ficcionan su existencia realidad tras realidad; que los timones fueron construidos con madera de Árboles Torcidos; que la misión del Timonel es la pérdida de toda ruta, o, cuando menos, su evasión más prolongada.
Un alivio verlo al mando, buen Zynisch.